INTERLUDIO MOMENTANEO
“French post modernism may be passing, but it had a point. Even if engagement with the world is the cure, the respite it gives may be short-lived. No sooner has the real moment gone than the work of memory begins, once more selecting, massaging, suppressing and, spinning.”[1]
PRIMERA ESTAMPA
Me miraba desde su horizonte turquesa creando un inmenso clivaje entre lo que observa de mí y lo que estaba escuchando a medida que mis labios marcaban las palabras o dejaban de pronunciar aquello que esperaba y deseaba verdaderamente oir. Esas enormes pestañas que tanto me conectaban con su ser de pronto se encontraban paralizadas en unos ojos a medio cerrar como si invitaran a disipar el encanto. Conforme seguía hablando perdía fluidez mientras la lengua se trababa y el discernimiento emprendía graciosa huida. Me oi decir simplezas, obviedades que por el momento mismo se tornaban vulgares. Qué pasó con la elegancia del lenguaje, la sutileza de la metáfora, la cadencia de la frase exageradamente punteada. Qué de la limpieza argumental, del aforismo dispensado como al azar, de la exaltación emocionada, de la pasión por comunicar. A dónde huyó la fina ironía que coronaba una narrativa a manera de abrir un espacio para la reflexión y hasta para la deliberación. El razonamiento me había abandonado -sólo después lo supe- porque yo había desertado mi verdadera pasión. El razonamiento sin pasión se transmuta en una farragosa disquisición que lo mismo podía transcurrir por los monótonos caminos de un inventario de recuerdos en común –como los antiguos albums de fotos o los más contemporáneos fotoshows en MySpace- o por el puntilloso recuento de hazañas pasadas. Conforme más me enredaba en los pántanos de la insignificancia, él atento en extremo a cada palabra y sobretodo a cada gesto se distensionaba,aflojaba el cuerpo, se arrellenaba mejor en el sillón al grado que en un momento creí percibir como que flotaba en una nube. En todo caso había hecho las paces consigo. Ya no estaba sentado al borde del sillón como solía hacerlo cuando se insertaba en las entrañas de una conversación conmigo. No me había interrumpido una sola vez como era su costumbre cuando, para incendiar el diálogo soltaba preguntas punzantes y reflexiones insólitas que trastocaban mis argumentos. Me miraba con una serena incredulidad como que hubiera pensado que ésta podía haber sido una posibilidad remota, casi descartable a no ser por lo absolutamente indiscernible de mi conducta. Por más que trato de atrapar ese momento no logró descubrir sobretodo un punto. Cuál era mi estado de ánimo,en qué circunstancia me encontraba como para no haber dicho lo obvio, lo evidente, lo lógico. Lo que yo deseaba decir y él ansiaba escuchar. Tan simple como decirle te amo, me vas a ser falta pero aquí te estaré esperando cuando regreses de tus estudios de doctorado. Una sola palabra que soltó a quemarropa se me quedo grabada para siempre. Desenfado. Desenfado.
SEGUNDA ESTAMPA
El camino de regreso era aun más penoso. En sí porque el camino estaba madreado, mas todavía porque estábamos todos bien borrachos. Viajábamos en unas trocas de redilas que lo mismo transportaban ganado que seres humanos. Normalmente hacían el recorrido de la parte más recóndita de Atlapexco hasta Huejutla. Pero esta vez era especial. Habíamos ido todos al bautizo de la hija de Timoteo al rancho La Corrala en Jaltocán, y Clara y yo habíamos sido los padrinos. Como siempre un enorme zacahuil estaba listo para los invitados, y rios y rios de alcohol de caña. También algunas cervezas. Ya entrada la madrugada decidimos regresarnos a Huejutla sobretodo porque el ambiente se estaba cargando. Por más que llevábamos más de dos años viviendo entre las comunidades su lengua(nahuátl) seguía siendo para nosotros un misterio. Lo único que sí sabíamos es que cuando estos indios de voz débil y modales parsimoniosos comenzaban a levantar la voz y a atacarse de una como risa nerviosa las cosas estaban por ponerse bastante cabronas. Asi es que emprendimos la retirada que duró varios minutos por no decir casi una hora ya que Timoteo bastante pedo no cesaba de zarandear a sus dos compadres. Nos decía y nos repetía: ya hermanitos se tienen que casar para que valga este bautizo,eso dijo el padrecito. Por favor cásense.
Uuy si supiera que Clara era la lesbiana más rápida del Oeste y yo el puto más irredento de toda la Huasteca - ¡y vaya qué había putos! En fin convenimos que no sólo nos casaríamos sino que además él y su esposa serían nuestros padrinos.
Clara se fue en la cabina junto con Matías el dueño y chofer del camión. Era un tipo mas bien delegado pequeño y come años. Aparentaba tener a lo más treinta años pero por sus propios recuentos que me hizo varias y reiteradas veces en la cantina de su rancho tenía que estar entrando a los cuarenta. Desde que llegamos Clara y yo se hizo amigos de ambos y no cesaba de hacernos pequeños mandados cuando mas lo necesitábamos. Estaba claro que le tenía ganas a la Clara. Claro a la Clara. Ella toda dadivosa me dijo una vez con voz seria y circunspecta –como suele asumirse cuando estaba por hacer alguna travesura- a ti no te molestaría que me echara una canita al aire de vez en vez con el Matías. Le dije la verdad. No me molestaría. Y no, no me molestaba que se encerrara muy frecuentemente en su cuarto con la Rosa o con la antropóloga alemana y después de surtirse de mota y a veces de coca y de quién sabe que otras píldoras se sumergían en una exhuberante sinfonía de gemidos y gritos casi histéricos. Al contrario tan me prendía que tenía que recurrir a uno de mis dos amantes de planta – uno vivía al lado nosotros con su abuelita- el buen Ricki cuya verga kilométrica era deleite visual de todos los que frecuentábamos los por demás nauseabundos baños municipales de Huejutla.
Pero este recuento iba en la dirección de subrayar que al tiempo que mi Clara se atacaba con sus lesbianas yo hacía lo propio con mi Ricki. Y si las circunstancias exigían mas sexo siempre estaba listo y dispuesto Martín, mi otro novio, para entrarle en un muy creativo terceto del cual yo era agraciado centro de atención. Por estas poderosas razones, que la Clara decidiera que también quería echarse un vergazo de temps en temps con un noble indígena nahuátl me pareció very cool. Sólo que Matías no entendía nuestros códigos sofisticados. Entendía sí que era el amante y no el esposo. Suponía que yo era el esposo y aunque le parecía curioso que no sólo supiera de sus aventuras sexuales con mi Clara, sino que además las aprobara –las conversaciones en la cantina desembocaban inevitablemente en su azorado descubrimiento de mi conocimiento con lujo de detalles sobre cómo se había torteado a mi Clara en la más reciente ocasión. La situación comenzaba a ponerse nebulosa para él cuando entraban en el escenario la Rosa y la antropóloga. Para qué les digo que el tema de mis novios quedaba siempre en la discreta franja de cuando más una inquisidora mirada. Se sentía en terreno movedizo y mejor no le meneaba más. Pero a partir de lo sí sabía y quería saber, es decir, que era amante de Clara, tendía a inferir comportamientos conforme a libreto. Libreto de telenovela de Televisa, of course. Lo cual significaba no pocas escenas de celos que me tocaba escuchar a trasmano cuando ambos se encerraban en la cocina; él a gritarle y ella a cagarse de risa. La Clara tenía razón. El la acusaba de infidelidad conmigo y “con los demás hombres”. He simply missed the point.
El caso es que esa noche que regresábamos de La Corrala, el Matías andaba pedo y se había cruzado con un churro qe nos habíamos echado juntos con el ya para entonces compadre Timoteo. De suerte que cuando la Clara me dijo que me subiera con ella en la cabina consideré no solo una imprudencia presenciar el enésimo ataque de celos, sino un tiempo desperdiciado habiendo como había una enorme oportunidad de ligarme a un digno representante de la raza de bronce que súbito fue objeto de mi interés y mi lascivia –quizás no en ese orden- enmedio de la pachanga. Me aseguré que se subiera a este particular camión y me dispuse con mi mejor actitud multicultural y pluriétnica a ligármelo. Conviene adentrarme en un breve disgresión antes de retomar el relato. Mis gustos no están del lado de la raza de bronce.Lo digo así sin hiperbole ni doble sentido. Llamando a las cosas por su nombre. Me fascinan los güeritos,delgados,ojos claros,nariz aguileña[2]. ¿Hay algo de racismo en mis preferencias? Lo concedo, pero las preferencias sexuales son las preferencias sexuales. ¿Qué quieren que mienta en un afán por congraciarme con todos los politically correct del mundo? Desde luego que no me parece aceptable volverme a meter en el clóset ahora de mis verdaderas preferencias masculinas. Mejor confesar cándidamente mis gustos. Pero además conviene asegurarle al apreciable lector que mis preferencias admiten excepciones. El chavo motivo de mi acuciosa atención esa noche y que apenas frisaba los veintiun años, merecía todas las excepciones del mundo. Un poco más alto que yo, es decir cerca del un metro ochenta, era verdaderamente excepcional en la huasteca que es tierra de enanitos. Robusto pero esbelto, su cuerpo era producto de su trabajo como cargador de cajas de frutas y legumbres en el mercado municipal
/favor de evitar cualquier comentario insidioso acerca de las nobles tareas manuales de mi potencial ligue/
pero lo que en verdad me tenía enloquecido eran esos gruesos labios jugosos que se entreabrían tomando las formas más caprichosas de acuerdo a su estado de ánimo. Eludía hablar en nahuátl particularmente con gente que juzgaba letrada como yo. Entonces se pulía en español. Lo cual hacía con muchas dudas, a veces tartamudeando y generalmente en voz baja. Tenía desde luego otros atributos materiales que en una región donde los hombres están dotados de pitos tan minúsculos como su estatura, resaltaban inmediatamente. Yo un avezado en los menesteres de apreciar de manera discreta y casi casual los pitos cuando nos ibamos a bañar al río – la verdad no me perdía ninguna de esas memorables ocasiones a pesar de que como cuento el material era ralo – noté inmediatamente la excepcionalidad. Casi simutáneamente decidí reconsiderar mi proclividad hacia los güeros con un argumento razonable y coherente. ¿Acaso no estoy por el pluralismo político y por el respeto a las diferencias? ¿Acaso no he presumido que lo indígena corre por mis venas?
/desde luego mi madre se ha escandalizado siempre. Siendo ella española de España , es decir refugiada, con todo y lo agradecida que está con este país que la recibió a ella y a mi papá con los brazos abiertos, no se puede hacer a la idea que haya mezcla de razas/
Entonces era perfectamente lógico que me atrajera ese noble especimen de la raza de bronce. De ahi el origen de mi interés que se condensó esa aciaga noche.
Habiendo rechazado mi incorporación al triángulo amoroso que se habría desarrollado en la cabina con mi presencia, raudo y veloz me fui a las redilas con tan buena fortuna que para treparme me coloqué exactamente detrás de Filiberto, la joven promesa de la que tanto he venido comentando. Uds creen después de lo descrito que Filiberto requiriera alguna ayuda para treparse en el camión. Desde luego que no. Pero por una extraña casualidad que considero debe elevarse a la categoría de premonición, falló en su primer intento por treparse y en el rebote yo servicial y obequioso como siempre lo empujé –con ternura pero firmeza- desde la cintura para abajo. Es decir entre en contacto con unas nalgas frondosas pero firmes, rellenas pero consistentes, pequeñas pero protuberantes. Luego él ya arriba del camión me extendió la mano y yo......volé, literalmente volé.Más aún para romper con cualquier resistencia que aún pudiese tener hacia la raza de bronce, me regaló con una de sus maravillosas muecas en donde esos labios carnosos llamaban a las puertas del deseo. Desde ese instante y a pesar de que veníamos amontonados más de cincuenta personas para mi solo existía Filiberto. Por eso no me dí cuenta como crecía exponencialmente la peda entre la concurrencia aborigen que nos acompañaba en el camión. Menos aún, presté atención al hecho que Rigoberto, otro potencial pretendiente de la Clara pero más rudo y avieso que Matías, había ocupado el lugar que yo dejé disponible en la cabina.
Embelesado como estaba no me dí cuenta hasta que se paró el camión, de la bomba que estaba estallando en la cabina. Muchos años después con los ánimos serenados la Clara me contó esa parte de la que no fuí testigo por andarme ligando al Filiberto.
Tal como supuse apenas comenzó la larga marcha del camión por el pésimo camino de terracería, también se desató el siguiente capítulo de la telenovela. Matías reclamándole que toda la fiesta se la había pasado coqueteando con todos –lo cual evidentemente era una exageración que pudo ser corregida de haber atemperado el lenguaje: se la pasó calentando a dos que tres compas que por cierto venían en la parte de atrás del camión. La Clara como era su costumbre,pero agudizada en ese momento por el cruce del alcohol con la mota se soltó a carcajear. Matías subió el tono. La Clara también. El experimentado lector se preguntará, y qué hacía el tercero en la cabina, el famoso Rigoberto. Pues más caliente que nada con los gritos comenzó primero discreto y luego mas obvio a meterle mano a la Clara. Ella siempre complaciente se puso de ladito para que pudiera meter bien sus manos en las pantaletas. Hasta que el Matías se dió cuenta de la operación pantaletas no tanto por lo que vió sino por lo que escuchó. Las risotadas de la Clara devinieron jadeantes gemidos. Pinche puta, le gritaba.Y ella entre gemido y carcajada contestaba: Cógeme,cógeme. El Matías para abruptamente el camión, se baja los pantalones, le desgarra las pantaletas y le mete la verga hasta lo más profundo del ser. Eso dijo la Clara y a confesión de parte, relevo de pruebas. Pero Rigoberto estaba pegado como lapa al trasero de la Clara. También saca su instrumento y se lo mete por el otro hoyo disponible. A esas alturas del campeonato con el camión parado y los gritos y gemidos de los tres en la cabina parecía más una llamada de retoque de conscriptos. La raza de bronce ni tarda ni perezosa se bajó del camión y se alineó por todos los lados de la cabina para observar mejor. Los más avorazados se echaron una chaqueta y los más pacientes comenzaron a ponerse en fila.
Yo me quedé casi solo con mi Filiberto. Apenas unos cuantos aborigenes medios pedos que juzgué ya no ligaban nada. Entonces me dije, si de eso se trata,entrémosle al banquete. Me fui sobre el pito de Filiberto que ya para entonces resplandecía erguido como soldadito de plomo. Al principio se sacó un poco de onda pero después de probar las delicias que mi boca producía, lo único que quería era encuerarme. Allá abajo continuaba la saga en la cabina asi es que consideré que simplemente añadíamos unas voces más a la lujuriosa cacofonía que ya estaba en los inicios de su apogeo. Tal y como había fantaseado, Filiberto era la fuerza bruta de la pasión. Quién lo dijera con esa vocecita. Las embestidas eran escandalosamente maravillosas y yo ya para entonces capturado absolutamente por el placer solo atinaba a gemir a grito pelado. Seguro que fue a grito pelado porque en ese momento vislumbré la silueta de la Clara ya fuera de la cabina que me gritaba: pinche puto por qué no te metiste en la cabina conmigo.
Lo que sigue nos quedó más bien borroso a ambos. A ella todavía la escuche gritar a la raza de bronce: tengo para todos. Después lo que pudo reconstruir es que primero en fila de uno en uno la comenzaron a penetrar y después cuando las ganas ya no podían esperar de dos en dos por donde se pudiera penetrar. Ella como siempre gimiendo y riéndose a carcajadas.
Recuerdo eso sí que el encabronamiento me invadió. ¿Encabronamiento a qué? No lo sé pero estaba realmente emputado. Filiberto había terminado su operación majestuosamente con un chorro de su savia que competía existosamente con cualquiera de los chorros de agua de las máquinas anti-motín que nos aventaron en los disturbios en Cancún. Mis pantalones ya no existían y con la trusa a media nalga me bajé,emputado como les digo que estaba, me puse de culo recargado en el camión y comencé a gritar: aqui también hay para quien quiera. No crea el culto lector que se necesitó de traductor para que la raza de bronce entendiera. Lo siguiente que supe fue la continuada embestida de unos pitos que contrario a mi análisis empírico previo eran de dimensiones absolutamente gigantescas. Al principio sentí un placer descomunal –como nunca más volví a sentir- , pero después la rutina se volvió despiadada y dolorosa al tiempo que claramente sentía chorros de mecos, sangre y mierda que brotaban de mi culo.
Sufrí un blackout porque lo siguiente que me acuerdo es estar contemplando tirado en la maleza, panza pa’rriba y completamente desnudo los primeros rayos de luz en un cielo que empezaba a azulear. Escuchaba el cacareo de los pollos, el oink oink de los cerdos, el ladrar de los perros y el canto de su majestad el gallo. La raza de bronce silencia, desparramada por todas partes. A ratos escuchaba que alguien vomitaba. Pero lo que más me sorprendió fue el profundo silencio humano. La Clara estaba a mi lado abrázandome y llorando. Repetía una y otra vez: por qué no te subiste conmigo a la cabina. ¿Qué podía decirle? Por puto.
[1] Simon Blackburn Au revoir Baudrillard (Prospect Magazine 133 April 2007)
[2] El personaje que esta relatando esta historia miente de manera contundente. Como podrá corroborarse en el trancurrir de esta novela su verdadero marcador en el departamento del amor es un empate a dos. Dos gueritos y dos morenazazazos que dejan extraordinariamente bien parada a la raza de bronce. (Nota de la Redacción insidiosa y madrugadora)
TERCERA ESTAMPA
“Debemos reconsiderar todo,hasta los sollozos". (Cioran)
Los cuerpos se entrelazaban formando una masa informe.Los contornos no alcanzaban a distinguirse. Eran a fin de cuentas, un solo paisaje continuo. Forzando la imaginación podía distinguirse un rostro semi esculpido en el dorso del hombre. Se sentó frente a la fotografía tratando de descubrir a lo más íntimo que el solo acto sexual. Un mensaje quizás del artista. Sus miembros desaparecían en un manchón informe que disolvía sus cuerpos. Comenzó a aburrirle la espera. La espera, siempre la espera. La espera junto primero a la excitación: ahora sí algo va a pasar. Pero luego la espera y el desengaño. Nada significativo me pasa. Claro se refería al ámbito de sus relaciones afectivas, sexuales, de pareja o no. Comenzó nuevamente a sentir una enorme necesidad de autocompasión. El incomprendido. Se sentía abandonado por todos
/bien sabía que no era cierto. Bien sabía sobre la amistad exaltada hasta la veneración que le profesaban algunos de sus amigos íntimos: Mauricio o Rodolfo solo por mencionar a los más evidentes. Sólo con llamarlos ellos se encargarían de consolarlo y animarlo. De seguir fomentando el mito del niño ingenuo,todo espontaneidad,todo frescura,todo-ruptura-de-las-reglas-convencionales. Del mito que lo alimentaba, del mito que lo sostenía, del mito que le proporcionaba mayor adicción que ecstasys o el abisinto. Del mito que lo fecundaba: odiado por todos,temido por los más,vilipendiado en la plaza pública,escarnecido en el rumor privado. Todos contra mí. Pobrecito,tan buenoi que es y tan malosos que somos todos nosotros/
al rato cambiaría de humor y de humores. Ahora es el malditillo. El rompe-corazones,el egoísta incapacitado para el amor,el que se pedorrea de los sentimientos de los demás,el frío calculador e implacable manipulador, la encarnación del modelo de rational-choice, el bueno para nada el loco loquito lopongo locazo lometo
/que bonito es jugar con palabras/
el raro,el extraño,el pervertido
/yeah,yeah you fuckin pervert/
el canallesco,el hippie, el darketo, el motorolo, el floripondio, el difícil de entender, el que confunde a todos,el que siembra la cizaña, el justine del marqués de sade, el rufus de fonseca, el vercueil de coetzee, el automático, el chinga quedito, el bomba de napalm, el ingrediente naranja, el mamón,no mames pajarito. Malote pero machote. Jijos de la jijurria. Epa,epa y epa. Y entonces sintió compasión por los demás. Pobres enanos infectos.
Se echó en la alfombra –afgana NO persa- nalgas parriba. Sus manos tropezaron con una cajetilla vacía de Raleigh
/nelson,viceroy,charing cross,picadilly,oxford circus/
la aventó displicente al rincón donde observaba Herminio. No le quitaba la mirada. De su bello culo. Clavado con mi culo el guey ese. Qué sopor. Una de esas tardes aburridas que como siempre en cualquier momento Herminio le tirará los canes. Antes había cierto interés malsano. ¿Cuál será ahora la linea argumental que utilizará para convencerme que nacimos para cogernos? Tenía su gracia. Porque si algo debo conceder es que el Herminio tiene talento para el argumento. Sobretodo cuando el resultado de un buen argumento puede llevar a una buena cogida. Pero conmigo estaba jodido. No lo hago ni con gordos ni con mayores de 35....bueno 40 años si están súper buenos. Asi es que estaba jodido por partida doble. Le digo ya no seas obsesivo. Mejor miramos esta revista que está llena de fotos de cadáveres. Los estudiantes jodidos por Diaz Ordaz.
CULPAMOS AL PRESIDENTE DE LA MASACRE
LA NOCHE TRISTE DEL MARISCAL
NIÑOS Y MUJERES ASESINADOS
FUERON LOS EXTREMISTAS ARMAS CHECAS SOLDADOS ASESINADOS
EL GENERAL HERNANDEZ PREMIADO CON LA CRUZ DE HONOR POR SU EXISTOSA CAMPAÑA MILITAR
POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR
QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE
POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR
QUE POR QUE POR QUE POR QUE POR QUE
POR QUE POR QUE POR QUE POR
QUE POR QUE POR QUE
POR QUE POR
QUE
QUIEN ES EL CULPABLE
Krópoti,Krópoti,Krópoti.
su expresión nada te dirá déjalo no lo violentes no lo forces nada te dirá nada te podría decir en todo caso déjalo en paz ya pasó ya pasará ya te olvidarás de lo único que no te puedes olvidar es que eres mexicano
/bueno lo mismo podríamos decir si fuera argentino,brasileño,chino,saudí,libio o costademarfileño/
y los mexicanos olvidan con facilidad amnesia sexenal
2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA
/y la neta es que después de 40 años sigue sin olvidarse: digo con todo respeto por la concurrencia y aunque sé que todos tenemos derecho a nuestro propio santoral,a mí me parece que ya es TOO MUCH/
amnesia sexenal el próximo será mejor el próximo vendrá del ala libedral del partidazo el próximo respetará nuestra tan venerada constitución el próximo o sea el prójimo que se encarama el nuevo preciso piensa positivo piensa en futuro olvida el pasado dale la espalda a las cosas gachas cúrate las heridas pronto cicatrizarán pronto desaparecerán y después nada quedará ningún testimonio viviente o muerto que es peor que te inquiete que te preocupe que te haga dudar que te persiga que te embruje
/vámonos a catemaco my love/
porque con mirar obsesivamente las fotografías nada se va arreglar no van a revivir no aunque te encomiendes a George Romero o Dante Argento o Peter Jackson de su época gore ahi no encontrarás la respuesta que buscas o la pregunta que no buscas ahí solo está plasmado un vago recuerdo borroso que con el tiempo se ha vuelto añoranza sofisma y coartada pero no la sospecha inquietante no el signo de clave indecifrable no el presentimiento de impotencia no el sentimiento de culpa la vergüenza o la llaga justificatoria no la indignación ni el odio ni la ira
porque todo eso ya murió
porque todo eso ya murió en el momento que agarraste el excelsior o el novedades o la prensa o el universal o el día
/pero no la jornada ni el uno mas uno ni reforma ni proceso porque todavía no existían/
y te pusiste a leer mientras tomabas apresuradamente el café y leías con inusitado interés las crónicas de la matanza y veías con asombro las fotos de esos trogloditas que no las fotos de los jóvenes asesinados y viste el odio alimentado por siglos de dominación en la cara de esos sardos que empuñaban sus rifles de alto poder checos o polacos y su mirada muy fija allá arriba alla en el tercer piso desde donde salían destellos y truenos mientras los tanques rusos rodeaban la plaza y los morteros húngaros y las macanas cubanas y los guantes blancos vietnamitas
y hasta se retrasó un poco para terminar de leer y de pronto se dió cuenta que iba a llegar tarde a la chamba y se paró precipídamente ni se despidió de su vieja y todavía tardó media hora antes de conseguir el maldito pesero y todo mundo leía y algunos comentaban en voz baja y todos veían al sardo y todos tenían miedo miedo de llegar tarde al trabajo y efectivamente llegó tarde y se emputó pero no importaba porque ese día nadie trabajó fueron al trabajo sí pero todos habían leido escuchando atrapando algunos rumores todos estaban enterados y ansiosso de saber de saber la verdad y querían desahogarse y dar su opinión o al menos escuchar la opinión de los demás y algunos la mayoría echar mentadas de madre y otros la minoría echar mentadas de madre y todos querían encontrar al mito algún signo algún ideal inculcado desde chiquitos alguna madre de donde agarrarse y unos querían mandar cartas de protesta y otros irse al zócalo a cantar el himno nacional y otros agarrar el pedo perenne pero la mayoría quería protestar verbalmente ahi en la oficina junto a su compañero de trabajo en voz baja a la hora del taco de las doce y a la hora de la comida y a la hora de la copa con sus compadritos o después en la casa con su prole la sangre de su propia sangre y por un día se la podían pasar sin cagar a la vieja y podían con la información recabada en el trabajo dar su opinión sobre la situación nacional e internacional
/la globalización todavía no nos llegaba estabamos en plena era de la economía cerrada, o sea NACOS/
y por un día día ajetreado atareado día asoleado de otoño déjalo no lo forces no lo obligues su silencio es mejor porque al menos en su silencio cabe la duda porque al menos en su silencio tu puedes imponer un monólogo porque al menos así no podrá defenderse y tu podrás justificarte
quizás no te interese justificarte quizás ni valga la pena quizás ni siquiera piensas que sea neceario justificarte porque a fin de cuentas de qué vas a justificarte. De que como todos los días te levantaste a las cinco de la mañana tomaste de volada un cafecito y te trepaste al camión
/bus naco, diría mi comadre chilena/
y ahi te enteraste del desmadre y en verdad que no tenías nada en contra de los masacrados incluso hasta te caían bien incluso hasta ayudabas en sus colectas incluso hasta te ponías a leer sus panfletos tu,que como el preciso,no lees nada
/pero ese presidente que no lee no es el de AHORA sino el que será treinta años después, el de ahora es un cabrón autoritario pero de que lee,lee/
incluso discutías con los demás choferes sobre el desmadre estudiantil y hasta fuiste a una asamblea de choferes convocada por los más rojillos pero todo era un desmadre y no entendías ni madres y esa madre te parecía jodida pero que se puede hacer nada sino mascar el freno y cuando tu compadre del alma tu cuaderno para la peda tu alcoholic soul mate te dijo que qué pedo que si le entrabas a la huelga en protesta por los muertitos pensaste que cómo no se te había ocurrido a ti y que tenía razón y que había que madrear a los pinches tiras y sardos por culeros pero después reflexionaste y te diste cuenta que los demás choferes les valía madres todo y te dijiste pus a mi no me agarran de pendejo pasa algún desmadre y se chingan a mi compadre y con el a mi también entons pus nel y los otros gueyes van a seguir como si nada igual de tranquilos y entons a ver que chingaos hago yo y mi vieja y mis encuincles van a friquearse
/sacarse de onda, querido, friquearse es muy postmoderno para un chofer de la linea Peralvillo-Cozumel en 1968,for god sake!/
y a la mejor tuvieron razón los sardos no tengo que tuvieron razón pero chance y sí y entons en la madre me apendeje a lo pendejo
/lo cual mas que pleonasmo es tautología/
mamacita te digo que lo dejes tranquilo que el no te dirá nada nuevo por mas que te fijes en cada detalle en el menor detalle no descubrirás nada nada porque no es ahi donde debes buscar porque esto cuando mas alimentará tu imperiosa necesidad de conmiseración porque sus ojos entreabiertos no te estarán mirando porque solo es una trampa porque en los corredores del hospital las enfermeras o tu compañeros o médico consagrado todos te dirán lo mismo todos querrán compararlo con lo que les pasó a uds unos años antes bien que te acuerdas de eso cuando te agarraron dos granaderos y te arrastraron por las escaleras y te sacaron del hospital para madrearte a gusto pinche guevon hijo de tu puta madre y cuando te aventaron huevos podridos o jitomatazos y cuando tenían sus asambleas y te ponías a aconsejar a algunos de tus compañeros mas jóvenes y acelerados decías que lo que había que hacer era permanecer dentro de la ley que el gobierno jamás te atrevería a hacerles nada que con los obreros sí que con los campesinos mucho peor pero con profesionistas y sobretodo médicos no se atreverían al fin que las demandas que planteaban no eran cosa del otro mundo pero cuando después corrieron del hospital a varios de tus compañeros y muchos de ellos nunca mas pudieron conseguir trabajo en un hospital público
/y entonces ni había los consorcios privados de los vasquez raña/
pero esto está mas cabrón tu sabes bien eso y se te revuelve el estómago pero también sabes que no puedes hacer nada absolutamente nada por mas que quieras y lo mas que puedes hacer que haces es firmar un desplegado de protesta y eso solo porque tu compañera también lo hizo y antes que tu y te sabrás o te dirás y te sentirás un mierda pero también piensas que todos los demás son unos mierdas y entons que todo esto no es tan grave y que a la mejor si te hace la balona médico consagrado podrás conseguir la beca para irte a especializarte a gringolandia al Children´s Hospital de Boston y cuando regreses todo se habrá olvidado
2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA
y en la foto no descubrirás no encontrarás ni te enterarás que el chico ese no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo que entre sus cuates de prepa formaron una brigada y que todos los días se iban al mercado a volantear y que jamás se atrevió a hablar en uno de esos mitines relámpagos que en cambio si se ponía a discutir con la gente de la calle casi todos en buena onda hacia el movimiento y se ponía a repetir lo que oía en las asambleas pero la gente de la calle tan buena onda que hasta los corregían no joven no es el artículo 143 sino el 145 y el 145bis bueno pus ese y en su casa sus padres lo cagaron por andarle haciendo al pendejo dijeron sobretodo su mamá que trabajaba como secretaria del licenciado Nalgas Prontas a su vez secretario del secretario de actividade recreativas del comite seccional del Partidazo. Pero le valió ora sí que madres el regaño porque ni modo que se fuera a rajar cuando todos sus cuates se la estaban rajando
pero déjalo porque en cada foto que veas encontrarás una pequeña y grande historia lugarcomunesca y al tiempo heroica el problema no es recrear todo eso ni armar un gran drama sí claro es doloroso es triste es de su puta madre pero todo esto a lo mas que te llevará es al lamento nostálgico saudade meus filhos a soltar unas lágrimas a calor de unas copas y de una marcha cada dos de octubre
del que ya pedo le dice a su jefe que no tuvieron madres que fue una matanza para que luego lo corran para que luego pida perdón y se retracte y se revuelque en la mierda y gimotee sobre sus tumbas donde ya hay unas veladoras prendidas del que propone que se cambie el nombre de una calle por el de HEROES DEL 2 DE OCTUBRE
2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA
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